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El chocolate con churros es un plato típico de la gastronomía española, y si vienes a Madrid, y más en estas fechas, no puedes perdértelo. Normalmente se consume como desayuno, y en otras ocasiones, como merienda. Este plato es un equilibrado contraste de sabor entre la dulzura del chocolate y el aroma salado y aceitoso de los churros o porras. Una tradición castiza que aparece hasta en la literatura clásica (Luces de Bohemia de Valle-Inclán) y que nos lleva a empezar nuestra ruta por el sitio más conocido.  

La Chocolatería San Ginés. Pasadizo de San Ginés, 5 (Madrid). En pleno centro de Madrid, probablemente uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Un bar que recuerda a los cafés de finales del siglo XIX. Cuenta con dos pisos, con tradicionales mesas de mármol blanco y mostrador revestido de azulejería, donde se puede disfrutar de un chocolate con churros tradicional, otros refrescos y una variada repostería. Está abierto hasta la madrugada y la gente puede reunirse para disfrutar de diferentes tipos de desayuno.

También encontramos La Antigua Churrería. En C/ Bravo Murillo, 190 (Madrid).  Los orígenes de este bar se remontan a 1913, cuando D. Julio Quiroga monta una churrería en Puente de Ventas, y acabó convirtiéndose en una tradición familiar que ha pasado de padres a hijos. Dan como resultado uno de los mejores chocolates con churros de todo Madrid, porque se hace todo de forma artesanal, siguiendo la receta de la bisabuela Juana, basada en la combinación perfecta de agua, sal, harina, aceite y mimos.

Siguiendo con nuestra ruta llegamos hasta la Chocolatería Churrería Antonio. En C/ de la Sierra Vieja, 75 (Madrid). Desde 1935, tres generaciones han pasado por el mostrador. Ahora es Antonio Martínez, quien regenta el local, el encargado de elaborar estos churros y porras, calificado como uno de los mejores sitios de todo Madrid. 

Y por último, con un toque más moderno, pero sin perder la esencia tenemos la Churrería Chocolatería Las Farolas. En C/ Mayor, 11 (Madrid). Mayte Sánchez, copropietaria de la marca, explicó que se usan materias primas de alta calidad y recetas tradicionales. Los churros son totalmente artesanos y el chocolate es exquisito. Fundado en 2013, ya cuenta con ocho locales en Madrid.