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Luego de todo un día de compras a lo largo de la milla de oro madrileña, no hay nada más reconfortante, que tomar un merecido descanso.

Y para eso, ¿qué mejor lugar que las terrazas madrileñas? No hay mejor manera de disfrutar de las maravillosas vistas de Madrid, que hacerlo desde las zonas elevadas de la ciudad.

Te invitamos a conocer los puntos importantes de la capital de España, los cuales incluyen los mejores sitios para compras de lujo en la milla de oro.

Anímate a recorrer una de las zonas más distinguidas de la capital y disfruta de las mejores vistas que te ofrece Madrid desde arriba.

Terrazas madrileñas: atractivo para descansar

No hay nada como disfrutar de un buen descanso, junto con una excelente comida, después de un largo día de compras por lamilla de oro madrileña.

Definitivamente, tomar un descanso en las terrazas madrileñas ubicadas en la milla de oro, será algo que nunca olvidarás. Te indicamos algunas de ellas:

Martinete

Es el sitio ideal para tomar bocadillos en un momento de pausa, para reponer energías y continuar con una exitosa jornada de compras.

Donde Mónica

Se trata de un cálido lugar en la zona más elegante de Madrid. Es un acogedor restaurante que se encuentra en una maravillosaterraza de esta zona.

Aquí podrás tomar una pausa tras una tarde de compras y disfrutar de la mejor gastronomía de la ciudad, mientras te liberas del estrés en un armonioso clima.

Hotel Ritz

En su parte alta, este hotel cuenta con una amplia terraza, en la cual se sirven platillos gourmet de la más alta calidad. 

Podrás deleitarte con lo mejor de la gastronomía internacional, hasta platos autóctonos españoles.

De Madrid al cielo

Este es un dicho muy popular de la capital española, que seguro ya has escuchado en tus andares por la zona. 

Si te preguntas, ¿qué origen tiene la frase “De Madrid al cielo”? Te comentamos que es algo incierto.

Unos apuestan por una vía histórica que data del reinado de Carlos III, quien embelleció la ciudad de Madrid.

Otros se van por una opción más misteriosa, que hace referencia a la subida al cielo de las almas de los difuntos madrileños, desde un famoso cerro.

Y algunos amantes de la literatura, sugieren que la frase tiene origen, del puño y letra del dramaturgo Luis Quiñones de Benavente, quién refleja esta oración en un verso.

Independientemente de su origen, este dicho en el argot popular madrileño, simboliza la gran experiencia que representa el hecho de conocer la ciudad de Madrid desde arriba, así como la calidad de su gente.